Es posible que a la hora de realizar la declaración de la renta te entren varias dudas acerca de qué incluir sobre tu actividad económica del año fiscal. Por ejemplo, si has solicitado un préstamo personal, o una hipoteca, ¿te puedes desgravar el gasto de los intereses? ¿En qué casos sí y en cuáles no?
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Declaración de la renta: qué es
La declaración de la renta o del IRPF (Impuesto de la Renta de las Personas Físicas) es un reporte en el que se deben declarar los ingresos y gastos recibidos durante el año fiscal.
Por tanto, todo residente en España que reciba ingresos debe cumplimentar la declaración de la renta de forma anual, con el fin de regularizar su situación con la Agencia Tributaria. Según el resultado de la misma, es posible que Hacienda te tenga que devolver dinero o que tú tengas que pagar algo.
Préstamos que desgravan en la declaración de la renta
En general, los gastos derivados de los préstamos personalesno pueden desgravarse en la declaración de la renta. Ahora bien, existen dos excepciones que es importante conocer por si alguna se aplica a tu caso particular y sí puedes deducirte los gastos:
Solicitud de hipoteca para vivienda habitual (adquirida antes del 1 de enero de 2013)
Si firmaste un préstamo hipotecario antes del año 2013 y lo utilizaste para tu vivienda habitual, eres una persona con suerte. En este caso, puedes desgravarte los gastos de los intereses de la hipoteca en la declaración de la renta.
A partir de 2013 entró en vigor un cambio de la normativa por la cual ya no es posible beneficiarse de esta deducción fiscal.
Solicitud de un préstamo personal destinado a reformas de la vivienda habitual
Si has solicitado un préstamo con la finalidad de mejorar el capital mobiliario de tu vivienda habitual también puedes deducirte los gastos de los intereses en el IRPF.
Por mejora de capital mobiliario se entiende cualquier reforma de la casa, como cambiar la cocina, los baños, arreglar el suelo, etc.
En estos dos casos mencionados el importe que se puede deducir es el 15% de la cuantía satisfecha, hasta un máximo de 9.040 euros. Además, la normativa establece que solo se pueden desgravar los gastos derivados de la vivienda habitual, por lo que los costes para una segunda vivienda no pueden deducirse en el IRPF.
Ejemplo práctico
Si una hipoteca ha sido firmada en 2010 y durante el año fiscal de 2009 pagabas una cuota mensual de 400€, es decir, 4.800€ durante todo el año, podrás deducirte 720€ (el 15% de 4.800€).
Si por el contrario la hipoteca fue firmada en el año 2018, no podrás deducirte en el IRPF los gastos derivados de la misma.
Cómo tributar a Hacienda los préstamos personales
Dependiendo de si eres la persona que presta el dinero o la que recibe la financiación, se tributa o no en la declaración de la renta la operativa del préstamo:
Si eres el prestamista
La persona que presta el dinero a un tercero debe tributar en el IRPF por los rendimientos que genere ese dinero. Dichos ingresos tributan en la base del ahorro del IRPF en base a los siguientes tramos:
- Hasta 6.000 € tributan a un 19%.
- Entre 6.000 y 50.000 € tributan a un 21%.
- Entre 50.000 y 200.00 € tributan a un 23%.
- Superando los 200.000 € tributan a un 26%.
Si eres el prestatario
La solicitud de un préstamo es un producto financiero que no supone un ingreso o aumento de capital, por lo que no hay obligación de declararlo en el IRPF.
No obstante, si se trata de uno de los dos préstamos detallados anteriormente (una hipoteca o préstamo destinado a una reforma de la vivienda habitual), sí es posible desgravarse los gastos del préstamo en la declaración de la renta.
¿Y qué pasa con los Autónomos?
Las personas que trabajan por cuenta propia sí pueden desgravarse los intereses de un préstamo siempre y cuando este se destine a la ampliación de la actividad económica.
Por ejemplo, los autónomos podrán deducirse los intereses pagados del préstamo cuando el dinero se utiliza para la compra de un vehículo para transportarse para trabajar, o para la compra de herramientas o mobiliario para el negocio. Debido a que todo ello supone un coste, este puede deducirse de los ingresos brutos obtenidos dentro del año fiscal.
¿Debo solicitar un préstamo aunque no pueda desgravar del IRPF los intereses?
La solicitud de un préstamo está pensada para poder financiar una determinada compra o servicio que necesitemos. Es decir, con independencia de que podamos desgravar los gastos de los intereses en la declaración de la renta, conviene solicitar financiación si así lo requerimos.
No obstante, recuerda que la solicitud de financiación debe hacerse siempre con responsabilidad y si no existe otra opción para conseguir el dinero. Un contrato de préstamo supone endeudarse y comprometernos a devolver la cantidad prestada más los intereses generados en el plazo firmado. El incumplimiento de esta obligación puede traer consecuencias económicas muy perjudiciales para nuestra economía.
Si finalmente necesitas solicitar un préstamo, recuerda que puedes utilizar comparadores de préstamos como el nuestro para encontrar financiación con las mejores condiciones económicas.
Fuentes:Santander Consumer, La Información, Cinco Días