La obligación del pago es, por supuesto, de quien recibe el dinero, pero la entidad financiera o empresa, debe también actuar de forma diligente, fomentando no solo el préstamo responsable sino analizando su situación y, con ello, analizando distintas variables que evalúen el riesgo de la operación.
Una de estas, como hemos visto es la consulta de registros de impagos como ASNEF, pero incluso por encima de estas está medir la capacidad de pago, medida como relación entre ingresos y gastos, y es aquí donde entra en juego el endeudamiento máximo.
Qué es el nivel de endeudamiento
El concepto de nivel de endeudamiento máximo viene derivado de una realidad, y es que del total de los ingresos de la unidad familiar está cubrir toda una serie de gastos, ordinarios y extraordinarios.
En este sentido hay partidas que se consideran gastos fijos y que, por tanto, aunque con un presupuesto equilibrado permiten ciertos ahorros no se pueden eliminar. Sobre esta base es la que se calcula el endeudamiento máximo, y este no se basa en la cuantía de la deuda, sino en los pagos que hay que hacer frente.
Así, se considera que entre un 60% y un 70% de los ingresos se destina a estos gastos fijos como vivienda (alquiler), alimentación, ropa o servicios básicos (telefonía, electricidad, y, por tanto, el porcentaje restante, entre un 30%-40%, es el que se puede destinar a pagos de préstamos.
Cómo se calcula el endeudamiento
Calcular el endeudamiento máximo es sencillo. Por un lado, tienes que tener en cuenta todos tus ingresos anuales, y mensualizarlos. Por ejemplo, si tienes pagas extraordinarias que cobras en junio y diciembre, y otros ingresos habituales pero que no recibes todos los meses, deberás sumarlos y dividirlos entre 12 para tener un cálculo real de cuales son tus ingresos mes a mes.
Sobre esta cantidad, multiplicas por el porcentaje máximo de endeudamiento, como mucho un 40% y así tendrás tu capacidad de pago del endeudamiento máximo.
Lo vemos mejor en un ejemplo:
Salarios mensuales de la unidad familiar: 2.000 euros, con dos pagas extraordinarias de 1.200 euros cada una y dos pagos de dividendos por acciones anual de 300 euros cada una.
Si sumamos todas las cantidades tendremos 24.000 euros de salarios regulares, 2.400 de pagas y 600 euros en acciones, en total, 27.000 euros, cuyo equivalente mensual es de 2.250 euros. Si multiplicamos por un 40% nos da 900 euros como cantidad máxima que podemos dedicar a pagar un préstamo.
Por qué se utiliza el endeudamiento para aprobar un préstamo
Aunque veremos más adelante que esta medida tiene puntos en contra, o al menos nunca debe utilizarse como única variable, si tiene ciertos puntos a favor que hay que tener en cuenta.
- No pone límite a la cantidad de los préstamos, sino que se centra en la capacidad de pago.
- No es una variable fija, ya que al medirse según los ingresos puede variar, así puede darse el caso que incrementando los ingresos aumenten la capacidad de pago.
- Ten en cuenta todas tus deudas, sean hipotecarias, personales o con tarjeta.
Las entidades financieras acceden a esta información a través de la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE). La CIRBE no solo informa de impagos sobre préstamos, también proporciona saldo pendiente y fecha de vencimiento.
Estos datos permiten que la entidad financiera analice el riesgo en el proceso de solicitud del créditoy determinar de forma muy cercana el endeudamiento máximo, sumando a este endeudamiento previo el de la nueva solicitud de financiación.
Cuántos préstamos puedo tener
Uno de los grandes problemas de basarse exclusivamente en el endeudamiento máximo para aprobar o denegar un préstamo es la importante diferencia de ingresos existente en distintas unidades familiares.
Al ser una variable basada en porcentaje, muchas unidades familiares con volúmenes de ingresos más elevados pueden tener una capacidad de endeudamiento mayor.
Por ejemplo, una casa con 5 personas puede tener un gasto medio de electricidad de 100 euros mensuales. Si sus ingresos son 1.200 euros, este gasto supone un 8,3%. Pero, si sus ingresos suben a 2.000 euros, se reduce al 5% y si suben a 3.000 euros baja al 3,3%. Esto es extrapolable a buena parte de los gastos. Y también viceversa. Con ingresos bajos, un 40% de endeudamiento puede ser excesivo y es más recomendable porcentajes inferiores como el 30%.
En consecuencia, cuantos más ingresos se tengan la capacidad de endeudamiento puede ser mayor y con ello el número de préstamos que se pueden tener y viceversa, con ingresos más bajos debemos ser más restrictivos para evitar riesgos.
Nos es el único caso en el que el endeudamiento y por tanto el importe o número de préstamos que podamos tener varíe. Un caso claro es cuando se tienen préstamos a tipo de interés variable, como muchas hipotecas. Si los préstamos tienen un plazo de amortización largo tienen un riesgo mayor de que los tipos varíen al alza o a la baja, por lo que es importante adecuar ese porcentaje máximo de endeudamiento a esas circunstancias.
Por ejemplo, si se contrata una hipoteca con tipos de interés bajos, como ocurre actualmente, es recomendable que el porcentaje sea inferior al 40%, que se sitúe entre el 30% y 35%. Así, si se produce una subida del tipo de interés, aunque los ingresos se mantengan, la capacidad de pago no se deteriorará. Lo contrario ocurre si se parte de unos tipos altos, entonces sí se puede tener un porcentaje mayor ya que el movimiento más probable es que bajen los tipos y con ello, los pagos sean inferiores.
Es el consumidor en todo caso es el que debe justificar las circunstancias particulares que permitan tener un mayor grado de endeudamiento, especialmente señalando sus mayores ingresos y capacidad de pago.
La ventaja de pedir un préstamo fuera de CIRBE
Lo que queda claro es que toda la financiación declarada en la CIRBE, ya sean préstamos o deuda en tarjetas de crédito, supone un límite a la hora de pedir nueva financiación, aunque las circunstancias personales permitan un mayor endeudamiento, a corto o largo plazo.
Frente a ello hay alternativas mucho más flexibles que permiten aprovechar tu capacidad de pago y con ello aumentar el endeudamiento máximo, tanto a corto como a largo plazo.
A corto plazo
Los minicréditos son sin duda una alternativa perfecta. No los conceden entidades financieras y, por tanto, sus deudas no computan en CIRBE, algo además lógico por su naturaleza tan a corto plazo. Por ello, salvo que se produzca algún tipo de impago que conlleve su inclusión en otro tipo de registros como ASNEF, no hay registro de estas operaciones.
Esto permite toda una serie de ventajas:
- Una rápida rotación, tras devolver el minicrédito tenemos opción a otro en la misma entidad.
- Diversificar, podemos elegir fácilmente entre la amplia gama de minicréditos existentes en el mercado.
- Al no computar en CIRBE poder solucionar más rápido cualquier retraso o impago que se produzca.
Medio plazo
En cantidades superiores podemos encontrar distintas opciones entre los préstamos online podemos encontrar muchos préstamos de cuantía importante que no computan en CIRBE al no ser concedidos por entidades financieras.
Al igual que con los minicréditos nos permite una mayor flexibilidad, ya que permite que se consiga financiación adicional con otras ventajas:
- Facilidad en los trámites, ya que el préstamo online tiene un procedimiento mucho más ágil que permite tanto un análisis de riesgo y un tiempo de aprobación inferior.
- Permitir financiación de forma más sencilla que la tradicional especialmente cuando se ponen límites excesivamente rígidos, como cuando se necesita dinero adicional para pagar los gastos hipotecarios o hacer pequeños arreglos a una vivienda.
- Facilita solicitar nuevos préstamos, cuando incluso lo pidas a una entidad financiera y esta consulte tu financiación al no computar hace mucho más sencillo el proceso de solicitud.
Cómo gestionar tu endeudamiento máximo
En todo caso, es importante que cuando sea posible siempre tengamos un margen entre nuestro endeudamiento actual y el máximo que podamos permitirnos.
Gracias a esto, en caso de improviso siempre tendremos más opciones y más facilidad para pedir un préstamo, para ello estos consejos son de gran utilidad:
- A la hora de pedir un préstamo fíjate en aquellos que no tengan comisiones de amortización, total o parcial. Esto te permitirá poder adelantar pagos sin gastos y con ello acortar la vida del préstamo.
- Controla en tu presupuesto de tus préstamos y deudas financieras (tarjetas) y ordénalos no solo por su cuota mensual sino también por su coste. A la hora de cancelar una deuda procura siempre hacerlo primero a la que más coste por encima de los que pagues más cuota. Haciéndolo así irás dejando para el final los préstamos que amortizas capital más rápido.
- Aprovecha la flexibilidad de las tarjetas de crédito a la hora de elegir la cuota a pagar. Si puedes paga lo máximo, para así amortizar la deuda lo antes posible, pero si tienes algún problema puntual o necesitas el dinero para otro fin, no dudes en reducir tu cuota.
El endeudamiento máximo puede condicionar tus préstamos. Aunque este está supeditado a la relación de ingresos sobre gastos no es un baremo único, ya que hay que tener en el análisis de riesgos también se tiene en cuenta otros aspectos como volumen de ingresos o historial de impagos.
No obstante una gestión correcta, una adecuación a las circunstancias de mercado (como ocurre con los préstamos a interés variable) y diversificar con préstamos que no conceden las entidades financieras, permiten una mejor gestión y aprovechar la mayor oferta existente en estos momentos de financiación.