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Cuando se trata de guardar nuestros ahorros a buen recaudo, la pregunta que muchos se hacen es qué es mejor hacer con ese dinero. ¿Debemos guardarlo en casa donde pueda estar controlado? ¿Merece la pena depositarlo en el banco?
En este artículo trataremos de dar respuesta a estas preguntas para que cada uno escoja la alternativa que más le convenza.
Guardar el dinero en casa, la opción menos recomendable
La alternativa tradicional de guardar el dinero debajo de colchón es, sin duda, la menos aconsejable por diversos motivos que detallamos a continuación:
Pérdida de poder adquisitivo
Desde hace muchos años nos encontramos en una situación económica de inflación constante, por lo que la misma cantidad de dinero vale menos según va pasando el tiempo. Lo que hoy puedes comprar, mañana es más caro. Esto quiere decir que perdemos poder adquisitivo si los precios suben, pero no nuestros ingresos.
Así, mantener el dinero en casa puede parecer una buena opción para los más desconfiados, pero hay que tener en cuenta que la inflación se irá comiendo nuestros ahorros si los mantenemos parados durante mucho tiempo.
Posibilidad de perder el dinero en un robo
Si por desgracia somos víctimas de un robo en nuestro domicilio es posible que los cacos encuentran el dinero que tenemos guardado y lo perdamos de un plumazo. Por eso, es mejor evitar tener grandes sumas de dinero en casa y depositarlo en un sitio más seguro.
Justificación de la procedencia de los fondos
Si alguna vez tenemos una inspección de Hacienda en casa debemos ser capaces de justificar de dónde procede el dinero en metálico que tenemos. De otro modo pueden considerar que se trata de dinero negro o ilegítimo y pueden retirárnoslo y cobrar una multa por evasión de impuestos.
Es por ello que es más seguro depositarlo en otro sitio que no requiera de que conservemos todos los justificantes de ingreso de dinero.
Límite de pago en efectivo por ley
Para todos aquellos que no lo sepan, el Gobierno tiene regulado por Ley la cantidad de dinero efectivo que puede utilizarse para realizar un pago entre particulares y a nivel empresa. Así, desde el pasado verano el límite bajó a 1.000 € entre particulares y a 10.000 € para entidades.
Por este motivo, el tener gran cantidad de efectivo en casa no va a hacer que podamos gastarlo fácilmente en grandes compras.
Límite de dinero efectivo que poder llevar encima sin declarar a Hacienda
Adicionalmente a lo anterior, también está regulada la cantidad de dinero efectivo que uno puede llevar encima por la calle sin tener que declararlo a Hacienda. Ese límite se encuentra en 100.000 €. Si por lo que sea llevamos más y nos paran para una inspección, nos pueden multar si no hemos declarado a Hacienda la procedencia de dicha suma de dinero.
Ventajas de depositar el dinero en el banco
Hoy en día, por nuestra propia seguridad de mantener el dinero a buen recaudo se recomienda depositar el dinero en el banco y aprovechar alguno de los productos que dan remuneración para sacarle algún tipo de rentabilidad a nuestro dinero.
Aunque es cierto que con la subida tan desmesurada de la inflación de los últimos años no es posible compensar la pérdida de poder adquisitivo aun con el beneficio obtenido con los productos bancarios, al menos no lo tenemos parado y le sacamos partido.
Así, podemos destacar las siguientes ventajas de depositar el dinero en una entidad bancaria:
El dinero, seguro
La mejor manera de evitar perder los ahorros ya sea por despiste o por posibles robos es depositarlo en una entidad bancaria. Dentro de ella podemos elegir algún tipo de cuenta, depósito o inversión si, además queremos tratar de sacar rentabilidad a nuestros ahorros.
Recuérdese que, si el banco quiebra, cada cliente tiene garantizada la devolución de al menos 100.000 € por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), una entidad estatal que garantiza el capital depositado hasta 100.000 por cliente y entidad. Esto significa que si tengo 120.000 € en un banco y quiebra, tengo garantizada la devolución de 100.000 €.
Por tanto, si el volumen del dinero que tenemos en el banco supera esta cantidad, se aconseja diversificar los fondos y no tener más de 100.000 € en cada entidad, con el fin de recuperar todos los fondos en caso de que varios de esos bancos no puedan cumplir las obligaciones contraídas y tenga que intervenir el FGD.
Sacar rentabilidad a tus ahorros
Por otra parte, en lugar de tener el dinero parado ya sea en casa o en una cuenta corriente que no dé rentabilidad, podemos abrir una cuenta de ahorro o depósito a plazo para sacar beneficio a nuestros ahorros. Aunque el tipo de interés de este tipo de productos no es muy elevado, pues no suele superar el 1%, al menos sacamos rentabilidad por una operativa que no supone gran esfuerzo.
Comodidad de pago
Al tener una cuenta bancaria dispondremos de una tarjeta de débito o crédito que nos permite pagar cómodamente cualquier compra. Hoy en día podemos hasta pagar a través de nuestro teléfono móvil, utilizando la aplicación pertinente para ello. Atrás quedaron los tiempos de tener que pagar con dinero efectivo e ir con el peso de las monedas en nuestra cartera.
Flexibilidad de movimiento del dinero
Por su parte, el tener dinero depositado en el banco nos permite moverlo con facilidad a través de transferencias bancarias. También podemos domiciliar la nómina y facturas domésticas, de modo que no tengamos que preocuparnos de realizar el pago mensual de otro modo más engorroso.
Productos bancarios para depositar nuestro dinero
Además de las cuentas corrientes o cuentas nómina que, en general, no suelen dar ningún tipo de rentabilidad, las entidades bancarias ofrecen productos de ahorro y depósitos a plazo que sí reportan cierto beneficio económico.
Los productos que debes conocer si quieres sacar partido a tus ahorros son los siguientes:
Cuentas de ahorro
Consisten en depositar cierta cantidad de dinero todas las veces que quieras a cambio de recibir a final de mes un beneficio según el tipo de interés de la cuenta. Cuanto mayor sea el tipo de interés, mayores beneficios te estará dando la cuenta de ahorro.
La característica de la cuenta de ahorro es que puedes retirar el dinero que quieras cuando lo necesites sin penalización, ya que el beneficio se calcula según la cantidad diaria que hayas tenido durante el mes en curso.
Depósitos a plazo
Los depósitos a plazo consisten de depositar cierta cantidad de dinero durante un periodo de tiempo determinado. Cuando venza el depósito, recibirás el capital inicial más los intereses generados.
En general, los depósitos se pueden cancelar anticipadamente si al final necesitas el dinero, pero seguramente el tipo de interés por cerrarlo antes de tiempo sea 0%. Es decir, no recibirías beneficio alguno por haber tenido el dinero en el depósito.
Ejemplo práctico
Imagina que dispones de 10.000 € de ahorro que puedes o mantener en tu cuenta corriente a un tipo del 0% de interés o depositarlo en una cuenta de ahorro con un 0,2% de interés.
Mientras que en el primer caso nuestros ahorros siguen siendo de 10.000 € al cabo de un año, en el segundo han ascendido a 10.016,20 €.
Si esos mismos ahorros los metemos en un depósito a plazo fijo durante un año a un 1% de interés, al vencimiento del depósito recuperamos los 10.000 € inicialmente depositados más 81€ de intereses. Es decir, un total de 10.081 €.
Inversión
Sin duda, la opción que más beneficio puede dar a nuestros ahorros es recurrir a la inversión financiera. Se trata de la opción más arriesgada debido al tipo de interés compuesto que aplica en este tipo de productos, pero el que más rentabilidad puede darnos.
Por ejemplo, actualmente es muy popular que las entidades ofrezcan el producto de roboadvisors, una aplicación automática que en base al riesgo escogido por el cliente invierte el dinero por ti en una serie de instrumentos financieros. De este modo, no hace falta ser un experto para adentrarse en el mundo de la inversión y empezar a ganar dinero con nuestros ahorros.
Fuentes: epe, El Economista, La Información, 20minutos, Cinco Días